El pendón de San Fernando, una de las banderas históricas de España.
Con él entró el 23 de noviembre de 1248 en la reconquistada Sevilla, y ese mismo día ondeó sobre el minarete de la mezquita mayor, es decir, desde la Giralda, en señal de que la ciudad estaba en poder de los cristianos.
El Pendón de San Fernando en su origen estaba formado por cuatro cuarteles de castillos y leones, representando las coronas de Castilla y Leon sobre un paño carmesí confeccionado en seda, con tres castillos de oro, se sitúa un cuarto cuartel de plata con el león púrpura mirando a la izquierda y no en la forma que posteriormente será la habitual (mirando hacia la derecha).
Esta disposición de los cuarteles, tres de Castilla y uno de León, se consideraba un paso previo al definitivo pendón de Castilla y León, donde el campo queda cuartelado en cuatro espacios, figurando en el primero y el cuarto el castillo, y en el segundo y el tercero el león. Sin embargo en el estudio realizado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico con motivo de su restauración, se asevera que ya en este pendón se representaban los cuatro cuarteles dos a dos, y que por añadidos y remiendos quedó configurado en su disposición actual
Desde 1671 año que fue canonizado San Fernando, forma parte de las reliquias que de este Santo posee la Catedral de Sevilla, junto con otras pertenencias del monarca, como su espada Lobera o las espuelas.
Debido a su antigüedad se encontraba en muy mal estado de conservación, era tan frágil que se deshacía al tocarlo, habiendo perdido uno de los cuarteles con león y parte de un castillo, por lo que en 1999 es restaurado por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, los trabajos consistieron en limpieza, y consolidación del soporte de seda. Desde ese mismo año se encuentra en esta vitrina.
Y debido a este mal estado el cabildo decidió ejecutar una réplica para ser usada en las dos procesiones anuales en lugar de la pieza histórica, lo que se viene haciendo desde los años noventa del siglo XX.