Descripción
Fundado en 1478 por los Reyes Católicos, el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, nació para la defensa del catolicismo en sus reinos.
Aunque llegase a nuestro país en el último cuarto del siglo XV, le debe su origen a otros países europeos, especialmente Francia que combatía la herejía desde el siglo XII.
Para mantener, entre otros fines, la pureza de fe, la institución se asienta en la ciudad de Sevilla en 1481, teniendo su primera sede en el antiguo Convento de San Pablo, del que conservamos su iglesia, actual Parroquia de la Magdalena.
Allí se ubicarían las primeras cárceles, pero poco después el Tribunal se trasladaría al Castillo de San Jorge, en la orilla trianera del río.
Esta construcción tiene como origen una antigua fortificación visigoda creada para defender la ciudad de Spalis. Más tarde, durante el dominio almohade se construiría un puente para unir la otra orilla de la ciudad con el entonces llamado Castillo de Gabir.
Desde aquí partirían los condenados hacia el centro de la ciudad, donde serían juzgados en los multitudinarios Autos de Fe y más tarde condenados y torturados con los métodos más crueles y sanguinarios.
Este es tan solo el inicio de la vida de una de las facetas más negras de nuestra historia.
Ven a conocer con nosotros todos los detalles del paso del Tribunal de la Inquisición por la ciudad de Sevilla, sintiéndote como uno de aquellos condenados que eran conducidos desde su prisión al juicio que determinaría su futuro.
