Aunque el puerto de Sevilla ha sido clave para la ciudad desde la reconquista en 1248, no sería hasta el descubrimiento de América cuando llegaría al momento de máxima importancia histórica y económica.
Aunque el puerto de Sevilla ha sido clave para la ciudad desde la reconquista en 1248, no sería hasta el descubrimiento de América cuando llegaría al momento de máxima importancia histórica y económica.
Esto justificaría el establecimiento de la Casa de la Contratación en 1503, siendo construida por uno de los arquitectos de la Corte más importantes, Juan de Herrera, autor también de la obra de El Escorial en Madrid.
La elección del puerto de Sevilla para este hecho histórico se debió principalmente a un tema defensivo y estratégico, puesto que la ciudad contaba con un puerto interior, protegido de los posibles ataques externos, además de la experiencia comercial con la que contaba Sevilla desde la Antigüedad.
A partir del descubrimiento de América, Sevilla se convertiría en un punto conocido internacionalmente.
Llegando de distintas partes de Europa, artistas y comerciantes para encontrar su porvenir en esta rica ciudad. Años posteriores se convertiría en la capital del Imperio del Emperador Carlos I, lugar elegido por el monarca para contraer nupcias con su prima la Emperatriz Dª Isabel del Portugal.
Fue entonces cuando las mayores y más importantes obras de arquitectura se llevaron a cabo: Casas Consistoriales, Casa de Contratación, Capilla Real de la Catedral, la Aduana o la Casa de la Moneda.
Sevilla se convertiría en la ciudad más importante del mundo conocido y la base de una ciudad que alcanzaría su máximo esplendor en siglos venideros.