Una de las últimas incorporaciones a nuestra variedad de visitas guiadas es la Iglesia de Santa Catalina. Se trata de una visita excepcional en una de las Iglesias con más Historia de la ciudad, en la que se visitan también tanto su coro superior, como su torre y su cripta.
En este artículo os presentamos 5 curiosidades de entre las muchas que se descubren durante la visita a esta fantástica Iglesia de Santa Catalina:
- La portada principal de la iglesia, compuesta por un arco ojival gótico enmarcado en un alfiz, no es la original. Se trata de la portada de la Iglesia de Santa Lucía, otra de las parroquias gótico-mudéjares de nuestra ciudad, cerrada al culto en 1868, y que hoy en día es el Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía. Su portada fue restaurada y trasladada a la iglesia de Santa Catalina durante las obras de restauración dirigidas por el arquitecto regionalista Juan Talavera y Heredia entre los años 1923 y 1930, quedando la original portada mudéjar de la parroquia en el vestíbulo interior.
- En un lateral de la fachada principal, vemos una cruz de forja que nos recuerda la existencia de los antiguos cementerios parroquiales. Hasta la aparición de los cementerios municipales en el siglo XIX, la población se enterraba en las parroquias de sus barrios. Todas las plazas adyacentes a las iglesias sevillanas esconden en el subsuelo los restos mortuorios de los feligreses, y estos espacios estaban presididos por una cruz, que en muchos casos seguimos conservando. Las personas de estamentos sociales más altos no corrían la misma suerte, pues solían pagar sus enterramientos en el interior de las naves de las parroquias, adquirir el patronato de alguna de sus capillas o construirse una capilla funeraria para su linaje.
- Tal fue el caso de la familia de los Torquemada, que en el siglo XVII adquirieron la capilla mudéjar que es sede, actualmente y desde el siglo XVIII, de la hermandad de la Exaltación. Doña Luisa de Torquemada, esposa de Gaspar Pérez, compra este espacio arquitectónico del siglo XV para enterramientos y misas de su familia, encargando algunas obras artísticas, como la reja o el zócalo de azulejos que hoy vemos.
- Precisamente el hijo de este matrimonio, Gaspar Pérez de Torquemada, encargó un crucificado muy famoso en nuestra Semana Santa y que procesiona en la Madrugá. Se trata del Cristo del Calvario, obra de Francisco de Ocampo de 1612. Unas décadas después pasaría a manos de la hermandad, pero su origen está en esta familia y quizás en esta capilla de Santa Catalina.
- Durante las últimas obras de restauración, los trabajos arqueológicos han dado importantes frutos que hoy en día podemos ver en la cripta de la iglesia. Se han encontrado restos de diferentes culturas, como romanos o islámicos, y otros elementos interesantes que han permitido esclarecer la historia del templo. Por ejemplo ha salido a la luz la cimentación de un antiguo coro que habría en el centro de la nave central en el siglo XVIII y que se hundiría.
Si te has quedado con ganas de conocer mucho más sobre esta Iglesia, apúntate a nuestra visita. Recuerda que son plazas limitadas, por lo que cuanto antes reserves, más probabilidades tendrás de disponer de plaza para la siguiente sesión.