Esta Leyenda de San Fernando y la Virgen de los Reyes tiene todos los visos de no ser real, si bien a todos nos gustaría que lo hubiese sido. Pasen y disfruten de la lectura…
Fernando III, antes de la toma de Sevilla a los árabes, tuvo en sueños la visión de la Virgen, sentada, con su Hijo en brazos, que le dijo:
Fernando, por tu gran piedad, yo te prometo que habrás de conquistar Sevilla.
Una vez reconquistada la ciudad y encargó a varios escultores que reprodujeran la imagen que él había visto en sueños. Le presentaron varias imágenes, pero el rey Fernando se lamentaba de que no eran igual, hasta que llegaron a Sevilla tres jóvenes escultores en viaje de estudios artísticos.
El rey los acogió amablemente. Ellos, agradecidos, le dijeron que quisieran regalarle una imagen de la Virgen, con la «única condición de trabajar sin ser vistos». Se les preparó una habitación para su trabajo y se pusieron manos a la obra.
Una de las sirvientas de palacio, al cabo de unas horas, oyó música celestial en el aposento y miró por la cerradura. Los escultores no estaban trabajando, estaban arrodillados y los envolvía un gran resplandor.
Fue a comunicárselo al rey, que entró en la estancia y encontró la imagen de la Virgen, exactamente igual a la que había visto en sueños. Los escultores habían desaparecido.
En ese momento se dio cuenta que esos tres chicos eran ángeles y que le habían dejado allí la Virgen como regalo divino. Los centinelas confirmaron que nadie había salido del Alcázar y los escultores sevillanos certificaron que era imposible haber tallado aquella imagen en tan poco tiempo.
Igualmente fue declarado por el obispo Don Remondo y, considerándolo un milagro, ordenó que se colocara la imagen en la Capilla del Alcázar con el nombre de Nuestra Señora de los Reyes.
Fernando III el Santo dejó escrito en su testamento el deseo expreso de ser enterrado a los pies de la Virgen de los Reyes.
Si quieres conocer más curiosidades sobre la antigua Judería de Sevilla, apúntate a nuestra próxima sesión de nuestra visita “Catedral y Giralda de Sevilla“