En la Simbología en la Catedral de Sevilla, se muestra el combate entre un animal alado y uno terrestre ilustra la lucha alquímica entre los principios volátil y fijo, y su correspondencia espiritual: la pugna entre el alma y el cuerpo.
Son detalles que se encuentran en la puerta de la Concepción, una de las siete puertas que dan acceso directo a la catedral.
Esta puerta es acceso desde el patio de los naranjos a la catedral, y se realizo en entre 1895 y 1917. Se construyó imitando el estilo gótico para armonizar con el resto del edificio.
En su tímpano, figuran la Inmaculada, San Miguel y San Juan Evangelista.
En la parte superior el apostolado, en el centro la figura de Cristo Rey y en los costados las figuras de cuatro mujeres, todas con temas simbólicos relacionados con la práctica alquimista de los masones y templarios del siglo XVI.
Aunque como hemos comentado esta puerta es del siglo prácticamente XX, imita el estilo gótico.
Y el arte gótico es la fuente de conocimientos alquímicos más importante en la historia de la humanidad.
En esta puerta observamos seis capiteles de hornacinas vacías, ornamentados con relieves animales claramente vinculados a la tradición alquímica: el pelícano dando sangre a sus polluelos, el enfrentamiento entre leones alados o la lucha entre un ave y un animal terrestre.
Entre las numerosas alegorías empleadas para describir todo el proceso de la gran obra alquimista, juega un papel fundamental el uso de jardines, en los cuales aparecen árboles, animales y fuentes que simbolizan procesos y operaciones realizadas por el alquimista en su búsqueda de la piedra filosofal.
La tradición de emplear enigmas zoológicos como representación de diversos secretos alquímicos se remonta a los egipcios. La primera distinción que debemos hacer radica en el origen terrestre o aéreo del animal. En general, todos los animales alados representan el principio volátil, mientras que los animales terrestres simbolizan un principio fijo. El combate entre un animal alado y uno terrestre ilustra la lucha alquímica entre los principios volátil y fijo, y su correspondencia espiritual: la pugna entre el alma y el cuerpo.