En plena calle San Fernando nos encontramos el actual Rectorado de la Universidad, impresionante edificio del siglo XVIII que fuera Real Fábrica de Tabacos, convirtiéndose en el edificio industrial más importante de la España de la época. Cuando hablamos y explicamos este monumento, siempre se suele contar la historia ficticia y el personaje de Carmen, la gitana cigarrera creada por Merimée y que sería la protagonista de la ópera de Bizet. Pero la relación de este edificio con las mujeres va más allá de la ficción romántica.
La realidad histórica nos muestra uno de los trabajos femeninos más destacados de la Sevilla del siglo XIX, convirtiéndose en un símbolo de la emancipación laboral de las mujeres y la lucha por sus derechos como trabajadoras. En el periodo inicial de la fábrica, desde 1620 a 1813, solamente trabajaban hombres, ya que se precisaba de esfuerzo violento. Sin embargo, en el siglo XIX hubo problemas de productividad y descuido por parte de los hombres trabajadores, lo que propulsó la preferencia hacia las mujeres para estos puestos de trabajo. En esos momentos se denunciaba la mala calidad del producto sevillano realizado por hombres, comparado con los importados de Cuba o los que realizaban las mujeres en Cádiz. Esto hará que entre los años 1813 y 1816 solo trabajaran mujeres, quedando posteriormente un número considerable de ellas dentro de la nómina laboral, desbancando a los rivales masculinos.
Había capatazas, maestras, pureras, cigarreras y aprendizas, y entorno a 1880 ya contaba la fábrica sevillana con unas 6000 mujeres trabajadoras. A pesar de ser consideradas como más productivas y válidas para el trabajo, la brecha salarial de género estaba presente, cobrando sueldos más bajos que los hombres y con problemas en ocasiones para la conciliación familiar. Por ello se repetirán las protestas obreras, siendo las más destacadas en 1838, 1842 y 1885, con encierros en las fábricas para luchar por sus salarios y en contra de la mala calidad del tabaco, que repercutía en sus sueldos, además de las reivindicaciones en contra de la irrupción de la maquinaria.
Ven con nosotros a esta ruta “Sevilla en femenino” y descubre que, más allá de Carmen y el mito romántico de femme fatale, se esconde una de las profesiones femeninas más destacadas y reivindicativas de la época dentro de los inicios del movimiento obrero español, plasmadas en el famoso cuadro de Gonzalo Bilbao.