Descripción
Tras la expulsión definitiva de los Jesuitas en 1835 ha sido seminario, convento franciscano, hospital venerables, fábrica en S. XIX, hospicio y a principios del siglo XX, ya desacralizado, escenario para representaciones como Don Juan Tenorio.
Tras la restauración llevada a cabo en los últimos lustros, se abre al público para disfrute de todos los Sevillanos, así como de las personas que visiten nuestra ciudad. Las zonas que se han abierto al público son la Iglesia, la Capilla Doméstica y la Cripta.
La Iglesia con su retablo Mayor dedicado a San Luis Rey de Francia, sus retablos auxiliares, sus columnas salomónicas, su impresionante cúpula y Bóveda, llama la atención por su planta circular con forma de Cruz Griega.
La Capilla Doméstica, es la más desconocida, y la que más se ha llevado el esfuerzo de la restauración, quedando con una imagen impactante en su totalidad: Techos, bóveda, paramentos, sacristía, etc.
Por último, bajo el templo principal, nos encontramos con una sencilla Cripta de dimensiones y planta idéntica al de la iglesia. Restaurada y con una iluminación muy especial, asombra igualmente a todos los visitantes.
Restaurados y relucientes se ven con la mirada alzada las pinturas del arca de la alianza, el candelabro de siete brazos, el mar de bronce, el altar de los perfúmenes… elementos que según la Leyenda se encontraban en el Templo de Salomón de Jerusalén, en una iglesia idílica que se pretendió emular en Sevilla.