Tour Privado Itálica

Itálica fue la primera ciudad fundada por los Romanos fuera de la península italiana, tras la batalla de Ilipa. En ella nacieron dos de los más grandes emperadores que tuvo el Imperio Romano, Trajano y Adriano, que lo llevaron a su máximo esplendor.

Descubre con nosotros los restos de esta ciudad que fue testigo de grandes hazañas, y en los que aún se pueden observar cómo era la vida en aquella época.

Incluye

  • Guia Oficial Experto Sólo para tí y los tuyos en el Conjunto monumental de Itálica. Su historia, Leyendas y Curiosidades.
  • Visita Guiada que incluye reserva en el Monumento.
  • Confirmación inmediata.

No incluye

  • 1€/asistente en el caso de que el grupo sea mayor que 8 personas, en concepto de alquiler de equipo de radioguiado

Precio

Precio especial Servicio Guiado Privado: 50€

Duración

90 minutos

Idioma

Español

Grupos reducidos

Sólo para tí y los tuyos
Tamaño máximo del grupo 18 asistentes

Punto de inicio

Puerta principal

Devolución del 100% hasta 2 días antes de la visita

No es necesario que imprima el cupón de reserva

Puedes presentar el cupón en cualquier dispositivo móvil.

Si no encuentras la sesión que deseas, contacta con nosotros por whatsapp o correo electrónico y te organizamos la visita

Descripción

Situada en el término municipal de Santiponce, Itálica fue la primera ciudad romana fundada en Hispania y fuera del territorio italiano. Ampliada en el siglo II dC, fue cuna de emperadores tan importantes como Trajano o Adriano.

Estos 2 Emperadores fueron los primeros en la etapa más estable de la historia el Imperio Romano, en la dinastía Antonina, entre  el año 98 y el 138Trajano y Adriano rigieron los destinos del Imperio más importante del mundo de manera consecutiva.

Adéntrate en las ruinas de sus antiguas calles y casas, y descubre los restos de esta ciudad que fue testigo de grandes hazañas, y en los que aún se pueden observar cómo era la vida en aquella época.

Sabías que?

¿Sabes cuántos días festivos había en la antigua Roma?

Cuando Augusto fue proclamado Emperador, Roma sólo tenía en su calendario setenta y seis días de fiesta; al cabo de pocos años, los romanos disfrutaban de 175 días festivos.