Las Fiestas de Primavera de Sevilla suponen el principal atractivo turístico de la ciudad en cuanto a Tradición y Sentimiento.
En La primavera, Sevilla alberga dos de las celebraciones más importantes del mundo, cada una con un carácter diferente: La Semana Santa y la Feria de Abril.
Los sevillanos viven la Semana Santa todo el año, pero es cuando comienza la Cuaresma cuando los preparativos se aceleran. Las Hermandades comienzan sus preparativos para preparar su estación de penitencia, las calles comienzan a oler a incienso, las bandas de música apuran sus últimos ensayos, los escaparates de las tiendas se adaptan a esta época del año, los templos abren sus puertas para los besamanos y besapiés y los bares y restaurantes ofrecen su gastronomía de Cuaresma con el bacalao como producto base. Durante esta semana de pasión, cuando la intensidad de esta manifestación religiosa y artística alcanza su culmen, el ambiente es indescriptible, la ciudad se transforma completamente. Una auténtica exposición de arte, tradición y música se traslada a las calles, para disfrute de todos los que se acercan.
En sólo dos semanas, la ciudad cambia su atmósfera de recogimiento y misticismo por una explosión de color y alegría centrada en el Real de la Feria. Una semana que comienza con el ‘Alumbrao’ en la madrugada del martes, momento en que se ilumina todo el recinto ferial (aunque los preparativos comienzan mucho antes) y se cena pescado frito (pescaíto) y que concluye con los fuegos artificiales.