La Torre del Oro tenía una enorme importancia estratégica. Defendía y vigilaba el río, que era la principal entrada comercial de mercancías.
La Torre del Oro es uno de los elementos más conocidos de Sevilla. Construida por los árabes durante su invasión, la Torre del Oro ha servido como capilla, prisión, polvorín, palomar y, en la actualidad, como museo naval.
A orillas del Guadalquivir se conectaba con otras torres a través de una extensa muralla protegía la ciudad. La Torre del Oro tenía una enorme importancia estratégica. Defendía y vigilaba el río, que era la principal entrada comercial de mercancías. También protegía el puente de barcas que, hasta bien entrado el S. XIX, era la única vía de comunicación de la ciudad con Triana y permitía la llegada de víveres desde el Aljarafe sevillano.
Aparte de ser un emblema de la ciudad, también se encuentra en los escudos de varias ciudades del norte de España, que ayudaron en la reconquista de Sevilla, como Santander.
Debe su nombre al color dorado que mostraba debido a los materiales con los que se había construido.